Por Carmelo Galindo (CAMINOS Y MONTAÑAS)
Qué tan difícil será para el subsecretario de Derechos Humanos y Población de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas Rodríguez, recibir la instrucción de atender el desastre político que es la heroica mina de Cananea cuando desde la llegada de José Antonio de la Vega Asmitia a Bucareli no ha escatimado tiempo ni recursos ni poder para desmantelar las piezas operativas del subsecretario, literalmente al equipo de Encinas, le ha pegado hasta con el sesto de la basura.
Al expulsar de SEGOB a todo funcionario afín a la 4T –de sus áreas operativas- para habilitar añejas redes personales. De la Vega le resta eficacia al trabajo político que arduamente viene desempeñando el titular; pues SEGOB se distinguía por tener actores conocedores de los diversos grupos de poder nacional; ésta secretaría es responsable de mantener sanas relaciones con las entidades y sus congresos, con los municipios, sindicatos, asociaciones empresariales y la sociedad civil; las personas como Alejandro Encinas con años y años de estudiar y recorrer de sur a norte este país, resultan esenciales a la hora de resolver conflictos de gobernabilidad; por lo mismo, alguien debería de enterar a De la Vega Asmitia que la política del país –responsabilidad de SEGOB- no es un partido de béisbol del sureste contra el resto del país y, menos un coto de poder personal.
A Encinas, le están dando la tarea de ir a Cananea, no como un premio sino porque –después del Secretario- es el más indicado para ello, pues viene de Empalme, mantiene vínculos políticos con aquellas tierras y lo ubican como un operador moderado de la 4T; o sea, tiene el mejor perfil para sentarse a negociar un “conflicto” engendrado por personajes de la talla del Senador Napoleón Gómez Urrutia, el obregonense-cetemista Javier Villareal Gámez y el empresario German Larrea - accionista de Grupo México- y de paso verificar la autenticidad del fantasma que representa para la 4T el litio sonorense.
Ni más ni menos que con estas blancas palomitas tendrá que lidiar el experimentado Encinas, ello en el marco de la visita del Presidente de la República a tierras sonorenses donde los pueblos Yaquis, el crimen, la violencia política y la lucha internacional por el litio, se pelean palmo a palmo el territorio y la frontera con los Estados Unidos.
LOS FIERROS EN LA LUMBRE: Cananea del Grupo México (GM), se llama realmente Buenavista del Cobre, tiene años siendo un polvorín social y ambiental; en el 2014 unos 40 mil metros cúbicos de lixiviados fueron derramados en los causes hídricos las Tinajas, Bacanuchi y Sonora, afectando la salud y patrimonio de unos 23 mil ciudadanos; quién no recuerda aquellos reportajes periodísticos de terror sobre Buenavista del Cobre, Germán Larrea y de GM, sin embargo, la Semarnat y Profepa sólo administraron el descontento social; la empresa siguió operando sin mayor problema y los daños a la salud en siete municipios quedaron impunes; por ejemplo, más de 300 pozos de agua fueron y tierras de uso agropecuario fueron contaminadas; pero nada pasó, total la justicia sirve al poderoso y revictimiza a los pobres.
La misión de GM no fue llevar desarrollo y prosperidad sino desaparecer Cananea como ícono de la historia minera y lucha social, empezaron por cambiar su nombre, aumentar los índices de contaminación en tierras agrícolas, ríos, arroyos, Mar de Cortés y Guaymas; no pueden negarlo, pues GM concentra el 40% de los permisos mineros en esa región.
OBSCUROS INTERESES: la visita de AMLO a Sonora no pudo ser más oportuna, pues tarde o temprano tenía que enfrentar aquellos obscuros intereses trans-regionales confrontados con su reforma eléctrica, que incluye nacionalizar el litio; al gobernador Alfonso Durazo no le quedó más que aceptar abiertamente –que necesita auxilio- para desenmarañar dos bombas de tiempo -heredadas de la más alta corrupción- como son Cananea en manos de German Larrea y el litio, en disputa por chinos, sajones y alemanes.
Cómo explicar que funcionarios estatales y federales dieron a extranjeros, el yacimiento más grande de litio; sí, fue concesionado a Bacanora Lithium -firma anglocanadiense- y ésta la traspasó Gangfeng –de capital chino- por 264 millones de dólares; lo más extraño, es que la Secretaría de Economía ni otra autoridad revelaron cómo se otorgó dicha concesión; mientras que, el gobierno enfrenta una avalancha de amenazas jurídicas por tratar de nacionalizar este mineral, insumo básico de las tecnologías limpias que Estados Unidos exige a México.
FANTASMA DEL LITIO: en torno a los informes conocidos del litio sonorense, giran historias extrañas y fantásticas, que parecen ocultar un fraude empresarial y financiero de Bacanora, llevándose al baile –en el papel- a Gangfeng; pero dicha trama, apunta a que el gobierno federal termine pagando cuantiosas indemnizaciones, pues la trampa esta puesta.
No es muy creíble que un banco de mineral con los volúmenes que se manejan y los precios internacionales observados, el valor de mercado de ambas empresas oscile entre los 170 y 220 millones de dólares –mismos que tratarán de hacer valer en tribunales y negociaciones, si procede su nacionalización-; aguas, no sea que la historia fantástica del litio sonorense termine en mero fraude contra el erario público.
La sugerencia es que el gobierno use sus herramientas, leyes, normas contables y supervisiones para conocer realmente ese proyecto, máxime que dichas empresas no han producido nada –son meros espantapájaros- y como se ve tampoco en el 2023 producirán ¿Será otro fantasma cómo Agronitrogenados de Lozoya?, ¿Por qué creerle a empresas especulativas, que existen reservas superiores a los 3.5 millones de toneladas? lo más recomendable es hacer las pesquisas propias, no hay prisa en superar a Australia, China y Chile como principales productores de litio o sí.
Aunque la Comisión Federal de Competencia Económica diga lo contrario, el litio sonorense, pertenece en primera instancia al pueblo mexicano, pero los pueblos yaquis son primeros en tiempo y en derecho. Hasta pronto.
16 de febrero 2022.
Colaboración del autor