*México no es piñata de nadie. Tampoco “colonia ni protectorado”. Ni colonialismo ni neocolonialismo. Se acabó. Al diablo con sus amenazas.
Por Salvador González Briceño*
En comparecencia ante el Senado de su país, el secretario de Estado Antony Blinken hace unos días, respondió a los cuestionamientos del senador Lindsay Graham, sobre los flujos de fentanilo a territorio estadounidense y las muertes que se han generado por el consumo de dicha droga.
Un tema por el cual el representante republicano no solo cuestiona a su propio gobierno, sino también presiona al Congreso de su país para que apruebe una iniciativa —son varias las que se han presentado ante el poder legislativo de Estados Unidos—, que declare como “organizaciones terroristas” a los cárteles de las drogas en México, y de ese modo tener la autorización “legal” y los pretextos para invadir territorio mexicano enviando militares para el presunto combate a los cárteles del fentanilo.
Veamos primero el intercambio de palabras, cuestionamientos entre Graham y Blinken durante la comparecencia:
Senador Graham: “Hay lugares en México en los que el gobierno de México no tenga control?”
Secretario Antony Blinken: “Se puede decir que sí...”.
Graham: “Está de acuerdo con la siguiente declaración: el fentanilo proviene de México está matando a decenas de miles de norteamericanos...”
Blinken: “Así es y también está matando a mexicanos”.
Graham: “¿Está de acuerdo en que ha llegado el momento para cambiar nuestra política ya no está funcionando o usted cree que está funcionando?”
Blinken: “Primero que nada, Senador, tiene toda la razón sobre la inseguridad en México porque como he dicho los mexicanos mismos son las primeras víctimas de esa inseguridad.”
Graham: “¿Más mexicanos mueren que norteamericanos por sobredosis de fentanilo?”
Blinken: “Actualmente no, pero es un problema creciente”.
Graham: “¿Cuántas personas han muerto en México por fentanilo?”
Blinken: “No tengo las cifras exactas, pero...”
Graham: “Qué le parece esto, en vez de interceptarlo en la frontera nos vamos hacia la fuente y declaramos a los cárteles de la droga como organizaciones terroristas, consideraría usted esto?
Blinken: “Ciertamente lo consideraría”.
Lo que se olvida, no solo la viga...
Primero. Es claro que el senador Graham insiste en su campaña electorera. Es, al parecer, por el Partido Republicano, la única y mejor estrategia que tiene para tratar de llegar a la Casa Blanca, imponer presidente —el que sea, porque no todos quieren a Donald Trump de vuelta, pero sería el candidato mejor posicionado— rumbo a las elecciones de 2024.
Y desde ahora han comenzado a delinear sus objetivos políticos sin importar golpear a México, un vecino siempre víctima de su política exterior desde los tiempos de la invasiones y robo territorial de mediados del siglo XIX. Por campaña anterior de Trump, México es una buena piñata a la que se puede pegar, descalificar y con ello conseguir los apoyos convertidos en votos necesarios para ganar al candidato del Partido Demócrata, ahora por cierto tan desgastado por la política exterior de Joe Biden.
Segundo. No miden ambos, Graham-Blinken, ni gobierno, ni los legisladores el problema en su justa dimensión, como causales y sus perversas e intervencionistas aportaciones. 1) el principal mercado consumidor es el estadounidense, y de ahí proviene la mayor demanda; 2) es el resultado de su política antidrogas, que proviene desde 1973 con Nixon, e hicieron extensiva a Latinoamérica y no es más que una política injerencista —que a estas alturas personajes como el senador Graham pretenden imponer en México—; 3) ciertamente les funciona porque hay gobiernos de derecha, compuesta de traidores a su patria, como los presidentes en turno, Calderón en México como Pastrana en Colombia, entreguistas y dispuestos a traicionar a sus pueblos en aras del sometimiento; 4) el tráfico de drogas se alienta, en lugar de controlarse, porque es un gran negocio de cuyos principales benefactores no son los traficantes locales de los países del trasiego sino de las bandas del país consumo, y el principal es Estados Unidos; 5) los organismos como la DEA no contribuyen al llamado “control” para erradicarlo o mantenerlo dentro de ciertos límites que no impacten a la salud pública de ningún país, porque más bien “administran” el negocio, por lo mismo que es un gran negocio y no están para combatir sino gestionar; 6) Estados Unidos no hace ni lo mínimo por controlar la venta de armas a México desde su frontera sur hacia las bandas del crimen organizado mexicanas; 7) la empresa armamentística que promueve y alienta la venta de armas, con su poder económico presionan de tal modo al poder legislativo que los presidentes de ese país que han pretendido controlar dicha venta incluso de autoconsumo —pese a tantos crímenes cometidos día tras día, sin contar los atropellos de la policía—, no han podido, y; 8) el problema del consumo solo se criminaliza entre los afectados, en lugar de atenderlo como un tema de salud pública.
Basta de amenazas
Tanto el secretario de Relaciones Exteriores de México como el presidente Andrés Manuel López Obrador han respondido a los planteamientos de intentona de invasión territorial de México. Atendiendo primero a las causas que no están en México sino en los propios Estados Unidos. Graham acusa a México y Blinken no defiende porque no es su papel.
Pero dos elementos más: 1) los principales traficantes de fentanilo, del que acusa Graham ser el causante principal de los miles de muertes estadounidenses, expuesto por Ebrard con datos de las propias agencias de ese país, desde la frontera con México —Tijuana—, no es de mexicanos sino de ciudadanos estadounidenses; 2) otro dato revela que el principal flujo de fentanilo a territorio de Estados Unidos, expuesto por el presidente Obrador en una mañanera, no es de México sino de Canadá.
Finalmente, como reconoce el propio gobierno de EE.UU., en México sí se combate a los traficantes de fentanilo, lo que no sucede en territorio estadounidense. Como aclara Ebrard cuando Graham acusa que en México no hay control territorial para evitar el flujo de drogas, revira, ¿en Estados Unidos sí lo hay?
Si en los estados del país vecino, los que circundan los Grandes Lagos, están los principales afectados o consumidores, ¿cómo es posible que la droga, fentanilo o lo que sea, llegue hasta el norte de EE.UU. sin ser detectado, controlado o detenido el traficante? ¿Solo en México hay bandas del narcotráfico o cárteles de las drogas? ¿Qué hace Estados Unidos para controlar a sus propias bandas en su territorio?
Pero se acabó. México no es piñata de nadie. Tampoco “colonia ni protectorado”. Ni colonialismo ni neocolonialismo. Se acabó. Al diablo con sus amenazas.
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*geopolítica.com, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., @sal_briceo.
27 de marzo 2023.